Un minuto de ruido para dos semanas de folixa. El chupinazo que simboliza el arranque de las celebraciones de San Agustín resonó puntual en toda la ciudad. A las ocho de la tarde de ayer una traca alertaba a avilesinos y visitantes de lo que se avecina: doce días de música, juegos, deportes, exposiciones y folixa para tos los gustos y edades. Los cohetes son la señal de que la cuenta atrás ha finalizado. Las fiestas de San Agustín de 2010 están servidas.
El centro neurálgico de la ciudad, la plaza de España, se convirtió en el punto de encuentro de las agrupaciones que animaron la antesala festiva. En El Parche se congregaron los integrantes de la Banda de Gaitas Villa de Avilés y de las agrupaciones folclóricas «Pleamar» y «Xareu d'Ochobre», que pusieron los primeros ritmos y danzas a las celebraciones de San Agustín y que intentaron animar a avilesinos y visitantes. Su tarea no fue fácil. La jornada soleada de ayer llenó playas y terrazas pero no animó el arranque festivo. Apenas un centenar de personas acompañó el pasacalles en su recorrido entre El Parche y el parque del Muelle. Allí, ante el quiosco de la música, el «Asturias patria querida» de la banda de gaitas sirvió de señal al pirotécnico Alfonso Morís para encender la mecha al otro lado de la ría. Nada más concluir el himno asturiano, una «minidescarga» ahumó el Centro Niemeyer, dejando constancia de que San Agustín ya empieza a hacer de las suyas.
Empiezan las fiestas del patrón, pero la folixa lleva ya semanas en Avilés. Primero fue el «Intercéltico», después el «Beltaine», y más tarde el Festival cervecero y el folclórico. Ahora toca la recta final del verano, con «La mar de ruido» y con un programa municipal ajustado a las limitaciones presupuestarias pero no por ello menos ambicioso, en opinión de la concejala de Festejos. Ana Hevia participó en el chupinazo y pidió un deseo: «Que la gente disfrute muchísimo y que haga buen tiempo para que eso sea posible». La socialista no fue la única representante municipal en el arranque festivo. Con montera picona y gaita en ristre tocó y desfiló el concejal de Vivienda, Fernando Díaz Rañón.
Los más pequeños son los protagonistas de estos primeros días de fiesta. Las atracciones de Divertilandia, en la pista de La Exposición, y el tren turístico hacen desde ayer las delicias de los niños. Más adelante vendrán los conciertos del parque del Muelle, las verbenas y el cartel paralelo, aunque complementario, del Centro Niemeyer, que traerá a la ciudad a Woody Allen, que llegará con su película «Conocerás al hombre de tus sueños». El menú está servido.
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