lunes, 14 de septiembre de 2009

San Juan de Nieva dividido en dos



Los vecinos de San Juan de Nieva
viven en la paradoja de pertenecer,
al tiempo, a Avilés y a Gozón


La arbitrariedad de las fronteras alcanza su culmen en la parroquia de San Juan de Nieva. El pueblo parece el escenario de una película del Neorrealismo italiano. La ría lo divide en dos. Como se dice en Avilés, el San Juan de Nieva «de aquí», en referencia a la zona que pertenece al concejo de Castrillón, y el San Juan de Nieva «de allá», para referirse al que se ubica a caballo entre Gozón y Avilés. Este último caso es el más singular.

Los caprichos de las administraciones han propiciado que el límite entre ambos concejos lo marque un mojón en el medio de una carretera. El resultado: una acera pertenece a Gozón, y la de enfrente, a Avilés. Para rematar el absurdo, el hito se movió en los años setenta para evitar los continuos accidentes de circulación que provocaba. Total: un lío que deja en el aire los límites reales.

San Juan de Nieva es un cruce de caminos en toda regla. El mojón que marca el límite se sitúa en el medio de un pequeño parque infantil, con lo que se da la circunstancia de que un niño puede estar columpiándose en Gozón y otro próximo a él en Avilés. La disposición de las fronteras entre un concejo y otro propicia situaciones casi surrealistas. Una de las pocas papeleras con las que cuenta la parroquia, por ejemplo, se encuentra en la acera que pertenece a Avilés. Los vecinos de la parte gozoniega, usuarios, como los avilesinos, del contenedor, se quejan amargamente de la falta de diligencia de los equipos de limpieza del Ayuntamiento de Avilés. Toda una paradoja.

Los vecinos ya se han acostumbrado a su peculiar situación geográfica. «Nací aquí, llevo toda mi vida aquí, y los límites siempre fueron los mismos», señala Luis Álvarez, mientras completa con parsimonia un crucigrama en la terraza de su casa, en la parte avilesina.

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