jueves, 25 de junio de 2009

Cientos de vecinos saludaron la entrada del verano y cumplieron en la noche de San Juan con el ritual del fuego en Trasona, La Arena, Avilés y Luanco



Los vecinos de la comarca fueron fieles a su cita con las fogueras de San Juan. Algunos quisieron depositar sus deseos en forma de papel para que ardieran en las piras; otros, sin embargo decidieron disfrutar de la noche más corta del año asistiendo a los conciertos acompañados de familiares y amigos. La danza prima congregó en Avilés a decenas de personas que, enganchados por el dedo meñique, mantienen viva una tradición ancestral. El gaitero escocés Fred Morrison puso la nota musical. En el pantano de Trasona, miles de personas disfrutaron de la bienvenida al verano en la fiesta de prao más multitudinaria de la pasada noche de San Juan. «Dixebra» volvió a subirse al escenario del pantano tras seis años de ausencia; lo hizo después de que el trío folk irlandés liderado por Shona Kipling calentara motores mientras aún ardía la foguera. En Luanco, los vecinos acudieron en masa a la foguera ubicada en la playa de La Ribera, donde también se elaboró una gran queimada.

Por su parte, San Juan de la Arena (Soto del Barco), tras cinco días de folixa ininterrumpida en honor de San Juan, se despidió ayer de sus fiestas patronales con un romería amenizada por la orquesta «Assia». Durante el mediodía, las calles fueron escenario del paso de la tradicional procesión marinera, en la que diecisiete imágenes fueron llevadas a hombros por unas setenta personas. La bendición de las aguas a orillas de la ría del Nalón fue el punto álgido de unos actos durante los que no pararon de sonar las dos campanas de la iglesia parroquial. Al final, tras formar ante el templo, se dio por concluida la ceremonia, que fue seguida por un vermú musical.

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