miércoles, 27 de enero de 2010
Resurge la idea del Museo de la Industria
- Un grupo de estudiosos del patrimonio fabril propone ubicarlo en la nave de hornos de fosa
- Varios empresarios avilesinos apoyan la figura de una fundación para pilotar el proyecto
La idea de contar en Avilés con un museo dedicado a la industria vuelve a cobrar fuerza alentada por las sombras que se ciernen sobre el futuro del archivo documental de Ensidesa y los rescoldos nunca apagados de la polémica por los derribos indiscriminados de edificios vinculados a la actividad económica de la comarca; joyas a conservar para unos, mamotretos inservibles para otros. En esta ocasión, y siguiendo la estela de la fallida propuesta de convertir la vieja central térmica de Ensidesa en un museo de la industria y la energía, un grupo de ingenieros, arquitectos, siderúrgicos, historiadores y, en general, estudiosos del patrimonio fabril defienden la conversión del taller de hornos de fosa en museo o centro de interpretación de la industria comarcal. La propuesta se esboza en el foto digital monsacro.net, el mismo que en su día sirvió de altavoz de todos aquellos que se oponían al derribo de la térmica.
La tormenta de ideas en relación a la conservación de los vestigios industriales no acaba ahí. Un grupo de comerciantes y empresarios avilesinos valora la posibilidad de constituir una entidad que a semejanza de lo que logró la Fundación Pedro Duro en Langreo impulse la apertura de un espacio expositivo donde poder contar la historia fabril de la comarca, ya sea en la nave de hornos de fosa o en otro lugar. La iniciativa, aún en pañales, es en palabras de uno de los integrantes del grupo «una respuesta independiente a la aparente incapacidad de las administraciones para marcar un rumbo claro en la materia».
Los profesionales independientes agrupados en monsacro.net señalan la nave de hornos de fosa como el enclave perfecto para un museo de la industria por sus grandes dimensiones y la buena localización. El edificio se levanta al lado mismo del parque empresarial «Principado de Asturias», no muy lejos del Niemeyer, carece de uso en estos momentos y admite ser ampliado formando una planta en «T» añadiéndole parte de la antigua laminación de Ensidesa, que pasa por ser con sus 900 metros de longitud la mayor nave industrial de España.
Los contenidos que se sugieren para ese hipotético museo de la industria avilesina van desde el inventario completo del archivo histórico de Ensidesa hasta los aerogeneradores que fabrica en la ría de Avilés el Grupo Daniel Alonso. Pasado y presente de la industria, todo en una nave mastodóntica que permitiría sin problemas la exposición a tamaño natural de un tren Talgo (construido con aluminio como el que fabrica Alcoa y rodando sobre raíles fabricados con acero de Arcelor), automóviles con aportaciones de Arcelor (acero), Saint-Gobain (vidrio) y AZSA (cinc), bobinas de metal, máquinas siderúrgicas, motores y demás objetos ilustrativos del «made in Avilés».
La iniciativa, según sus partidarios, «permitiría contar con uno de los mejores museos de la industria de Europa, con lo que eso implica en forma de visitantes, prestigio y dinero. Tenemos los locales y los productos, ¿por qué no hacerlo?».
Mucha historia que contar.
El antecedente.
El primer intento de dotar a Avilés de un centro museístico dedicado a la industria data de 2004, con la vieja central térmica de Ensidesa como eje central del proyecto. Fracasó y la térmica acabó derribándose.
Nuevo intento.
En esta ocasión, el «contenedor» propuesto para el museo es la nave de hornos de fosa.
Contenidos.
La historia fabril de la comarca tiene tantas facetas como grandes empresas y actividades productivas vinculadas al territorio. Desde la industria de la sal -tiempos del alfoz- a hoy la lista es amplia.
Contexto.
La próxima apertura del Niemeyer se ve como un acicate para el «turismo industrial».
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